A muchos dueños de perro les preocupa oír toser a su peludo, porque da la sensación de que tenga una obstrucción, o que tenga algo clavado en la garganta (algo como el famoso hueso de pollo). En la mayoría de los casos se trata de una faringitis, laringitis o traqueítis, es decir, una inflamación de la faringe, la laringe o la traquea, que se cura sin mayor problema con la medicación adecuada, pero no conviene bajar la guardia y pasar por alto la tos de tu perro.

¿Cómo saber si tiene tos por una infección, por ejemplo, o porque se le ha clavado algo en la garganta?

Cuando un perro tiene una obstrucción porque se ha clavado algo, el síntoma principal es mucha salivación, y a veces puede tener también dolor. En cambio, cuando se trata de tos debido a una inflamación de la traquea, la laringe o la faringe, suele vomitar una especie de espumilla blanca.

Si sospechas que tu perro tiene algo clavado porque ves que presenta ese exceso de salivación que hemos mencionado, llévale al veterinario cuanto antes para que se lo quite cuanto antes. Es mejor que no intentes hacerlo tú mismo ya que sin querer podrías empeorar la situación.

¿Y si no tiene nada clavado, qué puede ser?

Una vez descartado que tenga algo clavado, vamos a ver cuáles son las principales causas de tos en perros, y qué hacer en cada caso.

  1. Tos de las perreras: A pesar de su nombre, no es exclusiva de las perreras y tu perro también podría contagiarse en lugares abiertos como parques y jardines. Se trata de una tos seca producida por una serie de virus y bacterias que se alojan en el aparato respiratorio del perro. Si sospechas que tu perro puede estar afectado, acude al veterinario para que te recete el antibiótico más adecuado y mantén a tu perro alejado de otros perros para no contagiarlos.
  2. Bronquitis: el humo del tabaco, de una hoguera, el polvo o  la contaminación puede producir una inflamación de los bronquios. En este caso, la tos irá acompañada de abundante moco. Para evitar que acabe padeciendo una bronquitis crónica, mantén a tu perro alejado de humos, incluido el del tabaco si fuma alguien en su entorno, y trata de sacarle de paseo a sitios con aire puro. Sabemos que esto es complicado cuando vives en una gran ciudad, pero siempre es mejor buscar un parque grande que pasear junto a una carretera muy concurrida.
  3. Colapso traqueal: suele darse en perros de raza pequeña, y a veces es necesario recurrir a la cirugía, aunque en ocasiones la medicación es sufieciente.
  4. Enfermedades cardiacas: en este caso, la tos recuerda a la de un fumador, sobre todo de noche, y está asociada a un pobre funcionamiento del corazón, que produce una acumulación de líquido en los pulmones.

Otras posibles causas, aunque menos frecuentes, son cáncer de pulmón, gripe, moquillo, parásitos… Como ves, las causas pueden ser muy diversas, por eso es importante observar bien los demás síntomas para poder hacer una descripción fiable al veterinario.

Puede ser necesaria una visita urgente, en los siguientes casos:

  • Si la tos es débil y mantiene al perro tumbado, sin fuerzas
  • Si la tos no es productiva, es decir, si no elimina moco, ya que la tos seca irrita las vías respiratorias y es necesaria atacarla con antitusígenos para eliminarla
  • Si se acompaña con otros síntomas como debilidad, falta de apetito, etc
  • Si la tos lleva más de tres semanas, o si su evolución es a peor

En todo caso, recomendamos mantener al perro bien hidratado y en observación por si fuera necesaria una visita al veterinario.

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