Si hay una consulta frecuente en la clínica veterinaria, sobre todo con la llegada del otoño e invierno, es esta:
«Mi perro tose mucho, tiene arcadas e intenta vomitar pero no le sale más que un poco de saliva con espuma«.
Este síntoma, que muchas veces lleva al dueño a creer erróneamente que está ante un problema digestivo, es en cambio una enfermedad respiratoria: la Traqueobronquitis infecciosa, conocida comunmente como «Tos de las perreras«.
Como su propio nombre indica, consiste en la inflamación de tráquea y bronquios, que puede estar provocada por distintios agentes infecciosos (virus y bacterias), muchas veces convinados. Es una enfermedad muy contagiosa, lo que hace que sea extremadamente frecuente en lugares donde habitan muchos perros, de ahí que se conozca como tos de las perreras, pues es en estas y en otros lugares de convivencia (guarderías, criaderos, peluquerías, tiendas de animales…) donde tiene mayor incidencia por el contacto estrecho entre los animales.
El síntoma principal es la tos paroxística: ataques de tos seca muy fuertes e intermitentes. Esta tos, como decíamos, va seguida de arcadas llegando a expulsar a veces (¡no siempre!) algo de espuma blanca, con aspecto de clara de huevo batida. Además, puede dar la impresión de que el animal trata de explusar algo sin éxito, lo que hace que a menudo el propietario refiera que el animal «tiene algo atascado en la garganta«. Inicialmente, la tos suele aparecer en momentos de excitación o esfuerzo físico. La propia tos, intermitente pero intensa, puede agravar el problema provocando cada vez mayor irrritación e inflamación.
Una manera de «comprobar» que estamos ante esta patología, sería palpar tráquea y laringe suavemente, lo que provocaría de inmediato un ataque de tos.
El tratamiento sería variable según el caso. Suelen administrarse antibióticos, antiinflamatorios y otros medicamentos para el alivio sintomático, siempre bajo prescripción veterinaria.
Lo mejor para tratar de evitarla es vacunar y revacunar anualmente a nuestro perro, sobre todo aquellos animales que conviven o están en contacto con muchos perros de manera habitual.
Y siempre, ante cualquier duda, ¡recuerda consultar a un veterinario!
Mi gato hace lo mismo, ya tres veces lo he llevado a consulta, afecta también a gatos?.
El mio no sale de casa y convivimos también con una gata que no hace eso.
¡Hola Marta! La conocida como «Tos de las perreras» es altamente contagiosa, pero solo entre perros. Las personas no se pueden contagiar ni tampoco los gatos. Es por eso que lo mejor que puedes hacer es insistir y acudir de nuevo al veterinario ya que es posible que tenga un problema respiratorio y en la clínica veterinaria en donde mejor le pueden ayudar.