Uno de los síntomas de la salud del perro que más nos alarman es cuando el perro tiene diarrea. Además de la incomodidad propia del animal y lo desagradable de la limpieza, cuando nuestro perro anda más suelto de lo habitual o hace heces líquidas sabemos que algo no anda bien.

La gran duda que solemos plantearnos es si deberíamos llevarle al veterinario, y cómo de urgente puede ser la situación, así que vamos por partes. Ante todo, lo primero es mantener la calma y evaluar la situación: ¿cuánto tiempo lleva con diarrea? ¿qué otros síntomas advertimos (fiebre, decaimiento, sangre en las heces…)? ¿tenía alguna dolencia previa? ¿existe alguna causa directa a la que lo podamos achacar, como un cambio en su alimentación?

A menudo las diarreas son causadas por cambios bruscos en la alimentación del perro, por ejemplo, de alimentación seca (pienso) a comida húmeda o comida casera, por eso siempre es recomendable hacer los cambios de alimentación de forma paulatina y bajo la supervisión de un veterinario.

Otras causas frecuentes de diarrea son las alergias e intolerancias alimentarias, la ingesta de un alimento tóxico o en mal estado, y la presencia de parásitos intestinales.

¿Cuándo debemos llevarle al veterinario de manera urgente?

  • Si la diarrea se acompaña de sangre
  • Si la diarrea viene acompañada de vómitos y no tolera bien el líquido
  • Si es un cachorro, ya que el peligro de deshidratación es mayor y puede ser mortal
  • Si dura más de 24 horas sin una clara mejoría
  • Si advertimos parásitos (lombrices) en sus heces
  • Si su estado físico de decaimiento y somnolencia es muy llamativo
  • Si sabes o sospechas que ha ingerido una sustancia tóxica

¿Qué hacer en los demás casos de diarrea?

  1. Observar. Una diarrea que no es lo suficientemente grave como para acudir al veterinario de forma inmediata, puede convertirse en algo más preocupante después de unas horas, por eso, en este punto es tan importante la observación: apuntar cuántas veces hace, si admite agua o suero, si va acompañado de vómitos u otros síntomas, etc. Como hemos comentado, si dura más de 24 horas sin una clara mejoría hay que llevarle al veterinario.
  2. Hidratar. Cuando un perro tiene diarrea, el 80% de lo que expulsa es agua, por lo que es importantísimo una buena hidratación. Hay que ofrecerle agua, sueros o agua de arroz (agua fría en la que habremos reposado arroz durante unas horas) de forma frecuente, pero en pequeñas cantidades.
  3. Ayunar. El perro debe abstenerse de ingerir comida sólida durante 24 horas, pero nunca se debe olvidar ofrecer agua o sueros de forma frecuente para evitar la deshidratación. Después de ese ayuno, lo ideal es comenzar poco a poco con una dieta suave, baja en grasas y que sea altamente digerible, por ejemplo una dieta blanda a base de arroz y pollo hervidos, o una receta para estómagos sensibles si habitualmente consume alimentación seca. Racionar su comida en tres o cuatro porciones a lo largo del día hasta que se vaya recuperando. Según vayan pasando los días, puedes ir mezclando esta dieta más suave con la suya habitual.
  4. Limpiar. Limpia bien con jabón y agua caliente sus utensilios de comida (bebedero, comedero) y con agua con lejía u otro desinfectante los lugares que haya manchado. Ten precaución en su contacto con otros animales o con humanos para evitar posibles contagios.
  5. No medicar. Nunca mediques al perro sin la indicación expresa del veterinario.
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