Uno de los gestos que nos suele llamar la atención de los gatos es cuando abren la boca en el momento de olfatear algo. Por la expresión de su cara (a veces también frunce el morro) algunas personas creen que significa que no les gusta lo que huelen, como si fuera un «puaj». Sin embargo, esto gesto no significa rechazo. Los gatos abren la boca cuando huelen para hacer algo parecido a «saborear» el olor.
Los gatos tienen los sentidos del olfato y del gusto muy desarrollados. En realidad, es como si tuvieran un tercer sentido, porque tienen un olfato y un gusto similares a los nuestros, pero tienen un órgano especial que hace una simbiosis de ambos: el órgano de Jacobson. Para ponerlo en marcha, necesitan tener la boca abierta y «paladear» el aroma. De esta forma, con la boca pueden percibir algunas moléculas y feromonas presentes en, por ejemplo, la orina de otros gatos o en gatas en celo. De hecho, la detección de feromonas en la orina por parte de este órgano es la responsable de esa costumbre de ir oliendo pises de otros animales, y el órgano de Jacobson permite a los gatos diferenciar el sexo de otros gatosy saber cuándo una gata está en celo.
Este órgano, que también se llama vomeronosal porque está localizado en el hueso vomer (entre la nariz y la boca) no está solo presente en los gatos, también lo está en otros mamíferos y en las serpientes. Sin embargo, solo algunos mamíferos son capaces de usarlo, como los caballos o los ciervos.
Para los humanos es un vestigio no funcional de nuestro pasado, algo que tenemos atrofiado y que no solo nos resulta imperceptible, sino que es incapaz de afectarnos en nuestra conducta.