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Los perros de asistencia representan la figura de ángel de la guardia para muchas personas con discapacidad. Les ayudan a tener una vida más independiente, más plena y más feliz, y en muchos casos son vitales para su propia supervivencia. Por eso es de justicia que los conozcamos mejor .

Cualquier persona que tenga un problema físico o psicológica que limite sustancialmente su vida podría tener un perro de asistencia. No solo por ser un animal muy últil debido a la ayuda que presta en situaciones cotidianas, sino por la ayuda emocional que consiguen dando confianza y seguridad al usuario, muy especialmente a los niños y a la gente mayor.

Ahora bien, ¿qué es un perro de servicio? ¿Sirve cualquier perro?

Un perro de servicio es el que está seleccionado, entrenado y adiestrado específicamente para integrarse dentro de un programa terapéutico o educativo para mejorar la calidad de vida y la integración social de personas con discapacidad o necesidades especiales.

¿Qué hace falta para que un perro se convierta en perro de asistencia?

Los perros de asistencia no son de ninguna raza concreta. Cualquier raza o mezcla de razas puede ser válido, pero, por un lado, no todos los individuos de la raza pueden ser aptos y, por otro, hay algunas razas más predispuestas que otras para que sean utilizadas en estas intervenciones, como por ejemplo el Pastor Alemán, el Labrador o el Golden Retriever.

Para que un perro sea seleccionado se le pueden hacer diferentes test que evalúan su sociabilidad, sensibilidad, miedos. Se buscan perros equilibrados y predecibles.

La formación de perros de asistencia suele tener tres fases:

  • Sociabilidad: Para asentar su sociabilidad con todo tipo de personas y animales, a partir de la cuarta semana y hasta la semana doce debería relacionarse con personas de diferentes edades y con diferentes tipos de comportamiento, y también con todo tipo de animales.
  • Educación y habituación: El perro debe aprender conductas básicas como no tirar de la correa, no saltar sobre la gente, hacer sus necesidades en los lugares adecuados… y también acostumbrarse a entonos hospitalarios, a gritos y palmoteos más fuertes de lo habitual, a que le pisen sin querer… es decir, al tipo de comportaamiento que puede encontrarse con personas autistas y con discapacidad intelectual, por ejemplo.
  • Adiestramiento: Una vez que el perro ha alcanzado la maduración sexual (no todas las razas y ejemplares lo hacen a la misma edad) se puede adiestrar con conductas específicas para la labor que vayan a realizar.

¿Cuantos tipos de perros de asistencia hay?

Aunque existen diferentes tipos de clasificaciones, de forma general se pueden identificar hasta seis tipos de perros de asistencia hoy en día:

  • Perro guía, los que popularmente se denominan lazarillos
  • Perros de señalización de sonidos, para alertar a personas con discapacidad auditiva de los sonidos de su entornos.
  • Perros de servicio, que prestan ayuda a personas con alguna discapacidad física en las actividades de su vida diaria, incluyendo la protección de potenciales peligros
  • Perros de alerta médica, para pacientes con epilepsia, enfermedades coronarias, diabetes, etc
  • Perros de asistencia para personas con autismo, especializados en protegerles y controlar las situaciones de emergencia que puedan surgir
  • Perros de terapia asistida, que visitan geriátricos, centros hospitalarios, prisiones, viviendas privadas, etc.

Si estás interesado en los perros de asistencia puedes ver este directorio de entidades relacionadas con perros de asistencia.

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