Si tienes un gato, es posible que hayas notado que a la hora de beber, por norma general, suelen escapar del cuenco y buscar otros sitios para hidratarse como grifos, vasos recién puestos en la mesa, jarras o similares.
Esta preferencia puede parecer extraña, pero hay varias razones detrás de esta elección. ¡Te las explicamos!
Para empezar, este comportamiento se debe a su instinto natural. Los gatos sienten especial atracción por el agua en movimiento ya que en este estado es como la encontrarían en un río o en un arroyo en la naturaleza.
Teniendo esto en cuenta, tiene sentido que a tu gato no le llame especialmente la atención el agua de su bebedero ya que, realmente, esta agua está estancada. Es por eso que solo la beberá cuando sea estrictamente necesario y no encuentre otro lugar en el que hidratarse.
A parte de esto, que se trata de algo relacionado con su naturaleza animal, hay otro factor determinante en esta conducta: la limpieza.
¿Cuántas veces limpias su bebedero al día o a la semana? ¿Te aseguras de que tenga siempre agua limpia y fresca o lo llenas hasta arriba y lo cambias cuando ves que está vacío? ¡Ahí está la clave!
Los gatos son animales muy limpios y selectivos y ¡con el agua no hacen excepciones! Si tu peludo nota que el agua del bebedero está estancada, sucia y no se cambia regularmente, la rechazará en la medida de lo posible. Esto provocará que busquen otros lugares más limpios y frescos para hidratarse, como el grifo. Además, el agua del grifo puede tener un sabor diferente al agua del cuenco lo que la hace todavía más llamativa.
Sin embargo, esto no debe convertirse en un comportamiento habitual. A menos que dispongas de un filtro en el grifo, esta agua puede contener cloro y otros minerales y productos químicos que, a la larga, pueden derivar en problemas de salud.
Si notas que tu gato insiste en beber del grifo o de otros lugares fuera de su cuenco, te recomendamos que sigas estos consejos:
¿Qué puedes hacer para evitar que tu gato beba agua del grifo?
- Utiliza cuencos de cerámica o de acero inoxidable: son mucho más higiénicos y fáciles de limpiar.
- Limpia su cuenco de forma diaria: llenar su cuenco y dejarlo así hasta que se acabe el agua no funciona ya que si no lo limpias de forma regular, se desarrollarán bacterias, hongos y otros microorganismos que, a parte de no atraer a tu gato a beber, pueden ser peligrosos para su salud.
- Ofrécele alimentación húmeda: para asegurar una mayor hidratación, es recomendable optar por la alimentación húmeda, como nuestros menús Lenda Foodie, que no solo aportan mayores niveles de agua sino que son una muy buena forma de ofrecerle menús diferentes y sabrosos. Acierto asegurado.
- Opta por fuentes para gatos: sin duda la mejor forma de evitar que beba del grifo. Las hay de diferentes tamaños y formas y disponen de filtros que limpian el agua y de un mecanismo que hace que esta circule de forma constante.
En conclusión, los gatos prefieren beber agua del grifo porque se mueve, tiene un sabor diferente y es más fresca y limpia. Si tu gato es uno de esos a los que les gusta beber del grifo, asegúrate de cumplir con los consejos anteriores y ofrecerle alternativas adaptadas a sus necesidades.