Este artículo recoge algunos de los mitos más populares que pueden encontrarse por diversos foros de internet. Aunque la mayoría de las veces se difunden con la mejor de las intenciones, la base científica brilla por su ausencia, y siempre es mejor dejarse guiar por la opinión de un veterinario experto.
Mito 1: La carne de pollo es un ingrediente de mala calidad
Realidad: La carne de pollo es una excelente fuente de proteínas y es a la vez muy apetecible y digerible. Tiene un valor biológico muy alto, que significa que se descompone fácilmente en sus aminoácidos constituyentes (los bloques de construcción de proteína), algo necesario para una gran cantidad de funciones estructurales y metabólicas en el cuerpo.
Lenda Original de Pollo es una comida de excelente calidad, e incluye las partes limpias de la carcasa, que se muele en una harina rica en calcio.
Lende prefieren utilizar fuentes naturales de vitaminas y minerales siempre que sea posible ya que tienen una mejor biodisponibilidad que los derivados artificialmente. La harina de pollo Lenda no incluye cabezas, pies o plumas y se conserva de forma natural.
Mito 2: El cambio de la dieta de mi perro va a curar a su colitis
Realidad: La colitis no suele ser un problema médico primario; es un término médico que describe la inflamación de la colon. La colitis se manifiesta generalmente en las heces sueltas, que a menudo están cubiertas de mucosa y también puede ser frescas, con sangre evidente. Hay muchas posibles causas de la colitis.
Aunque una buena gestión de su dieta puede ser muy útil en los casos de enfermedad nutricionalmente sensible, pero si los síntomas están relacionados con una infección bacteriana, una infestación por parásitos o un problema clínico como la insuficiencia pancreática, es esencial que la causa fundamental sea diagnosticado por el cirujano veterinario y tratada en consecuencia.
Muchos propietarios de perros por desgracia se encuentran dando vueltas y vueltas en círculos con diferentes alimentos, pero no acaban de ver una mejora en la consistencia de las heces, porque hay una razón subyacente de los síntomas.
Los problemas digestivos pueden surgir como resultado de alergias o intolerancias alimentarias en la dieta, y en ese caso un cambio a una dieta hipoalergénica de alta calidad como Lenda puede ser útil en estos casos. Sin embargo, se recomienda que en primer lugar se busque consejo veterinario.
Mito 3: Los alimentos ricos en proteínas para perros causan hiperactividad
Realidad: La verdadera hiperactividad (hipercinesia) es relativamente rara en perros. Los perros que sufren de este problema por lo general presentan períodos de comportamiento frenético que sólo cesa cuando están demasiado agotados para continuar.
Sin embargo, para el dueño del animal, puede ser difícil diferenciar entre los perros afectados por este problema y uno que es simplemente ingobernable.
La hiperactividad en los perros tiene numerosas posibles causas, pero ninguna de ellas se ha relacionado con una dieta que contenga una alta cantidad de proteínas de calidad y altamente digeribles. Las alergias alimentarias en ocasiones pueden manifestarse en comportamientos extraños y algunos perros sensibles pueden reaccionar a los aditivos artificiales. Por tanto, es prudente revisar la dieta de un perro con problemas de conducta y evitar los alimentos que contienen los alérgenos alimentarios más corrientes y / o colorantes artificiales, así como aromas y conservantes.
También es conveniente examinar el contenido de carbohidratos en la comida, ya que dietas con un mínimo contenido de proteína y altos niveles de hidratos de carbono no consiguen mantener estables los niveles de azúcar en sangre.
La proteína es un nutriente esencial que suministra aminoácidos para apoyar las numerosas exigencias estructurales y funcionales del cuerpo, incluyendo la fabricación de enzimas y hormonas, tejido muscular y una función inmune saludable.
Sin embargo, los hidratos de carbono son básicamente una fuente de energía.
Mito 4: Mi perro está comiendo sus heces porque su dieta es deficiente en minerales
Realidad: La coprofagia tiende a tener raíces en el comportamiento y rara vez se produce como consecuencia de carencias nutricionales. Es un error muy común pensar que este comportamiento se produce como resultado de la dieta carente de nutrientes.
Este problema es a menudo psicológico, pero hay algunos problemas médicos que pueden dar lugar a tal comportamiento incluyendo trastornos de mala absorción, problemas gastrointestinales, insuficiencia pancreática, enfermedad intestinal inflamatoria severa, linfosarcoma intestinal, hiperadrenocorticismo, y diabetes mellitus. También puede estar implicada la anemia (deficiencia de hierro, que tiene una variedad de causas subyacentes). Por esta razón, siempre es prudente buscar asesoramiento veterinario para un perro adulto que comienza repentinamente a comer heces u otros artículos no alimentarios con el fin de descartar un problema médico.
Mito 5: Los yogures probióticos son una buena manera de ayudar a resolver problemas con heces blandas
Realidad: hay muchos perros que disfrutan con el yogur, y consumido con moderación es poco probable que cause ningún problema para la mayoría de los perros con la digestión normal. Sin embargo, en los perros que sufren de niveles deprimidos de la flora intestinal saludable, se tendría que dar una cantidad muy grande de yogur para tener algún efecto positivo.
Por otro lado, los productos lácteos son uno de las cuatro alérgenos alimentarios más comunes. Además, una vez los perros dejan de ser cachorros, pierden la capacidad de digerir la lactosa (azúcar de la leche).
Por esta razón, te sugerimos que si tu perro necesita reponer la flora de su intestino, le ofrezcas un suplemento no lácteo fabricados específicamente para perros.