Sí, todos sabemos que los gatos son animales nocturnos, que pueden dormir un montón de horas al día, pero que por la noche están más despejados que nunca. Pero no es de recibo que pases el día como alma en pena por no haber podido pegar ojo por culpa de tu gato.
No pretendemos cambiar la naturaleza de los gatos (¡faltaría más!) pero si tu gato afecta a tus propios ciclos de sueño, y directamente, no te deja dormir, es hora de tomar cartas en el asunto.
Por eso hemos recopilado algunos de los mejores trucos y consejos para que tu gato no te quite el sueño.
- Ten a tu gato entretenido durante el día con actividades para evitar que pase muchas horas durmiendo, y así reserve el tiempo de sueño para la noche. Sabemos que esto no siempre es posible si trabajas fuera de casa, pero prueba a dejarle juguetes a mano, algo parecido a un gimnasio (con baldas seguras o un recorrido que pueda hacer) e incentivarle los ratos que estés en casa.
- Planifica una sesión de juegos con tu gato por la tarde-noche para que esté lo suficientemente cansado. Con juguetes, pelotas de ping pong, ratones de goma, lana o cuerdas… cualquier juego que disfrutéis los dos y que obligue a tu gato a cierta actividad física.
- Ponle la comida justo antes de irte a dormir. Tal y como hacemos nosotros, después de una buena comida, a los gatos les gusta tumbarse a descansar.
- Si tu gato es sociable con otros gatos y pasa muchas horas solo en casa, puedes considerar la idea de acoger a otro gato que le sirva de compañero de juegos y le mantenga activo durante el día. Aunque esta es una decisión que deberías tomar con cabeza, puede ser muy beneficiosa no solo para tu tiempo de sueño, sino para tu gato.
Ninguno de estos trucos es infalible, pero en la inmensa mayoría de los casos sirven para proteger tu sueño. En caso de que después de aplicarlos, sigas teniendo problemas para dormir por causa de tu gato, quizá sea el momento de comentarlo con el veterinario para ver otras opciones.