O te encanta o te espanta, pero lo cierto es que el sphynx no deja indiferente a nadie.
El Sphynx (también llamado gato esfinge) es una raza de gato de cuerpo largo, delgado y musculoso, de forma tubular con patas largas y delgadas, con cabeza aparentemente más pequeña en relación al cuerpo, y unas orejas llamativamente grandes. Pero lo que más llama la atención del sphynx es que parece un “gato sin pelo”. Esto es una verdad a medias, ya que presentan un vello muy fino y corto que no se aprecia a simple vista o al tacto.
El sphynx no es la única raza de gato sin pelaje (también están el Peterbald y el Don Sphynx), pero si fue la primera en ser reconocida por las asociaciones felinas.
Esta apariencia característica es el resultado de una mutación genética natural de carácter recesivo, acontecida en Canadá en la década de los 60 así como del trabajo de criadores serios que decidieron fijar y mantener dichas características confiriéndole al mismo tiempo un tipo y estructura único y particular como para conformar una raza. Y a pesar de ser una raza que aún podemos considerar joven, en nuestros días ya está totalmente consolidada tanto en Europa como en Estados Unidos.
Estos gatos son relativamente exclusivos por la rareza de su apariencia que le confieren un público no masivo y en algunos casos gente con cierta sofisticación de gusto o un cierto snobismo estético. Han contribuido a su popularidad la aparición en series como Friends o la película Austin Powers.
Son de temperamento dulce, pacíficos, amigables, curiosos e inteligentes, normalmente prefieren la calma y la tranquilidad. Sociables y afectuosos, son muy dependientes de sus dueños.
A pesar de que suplen su carencia de pelo con una temperatura interna superior al resto de los gatos, ellos siempre buscan lugares cálidos así como mantenerse en los interiores en época invernal dado que son muy sensibles a los cambios de temperatura.
Hay muchos mitos y falsas creencias sobre estos gatos, y una de ella es el pensar que son gatos hipoalergénicos, ya que esto no es cierto, aunque tiene una explicación:
Cuando un gato tiene mucho pelo, al dispersarse este por la casa la alergia queda adherida en más zonas, pero no porque el pelo en sí de alergia, sino porque tanto la proteína de la piel, que está en contacto con el pelo y al descamarse y caerse se queda junto a él, como la proteína de la saliva, que también quedan en el pelo por el alto nivel de acicalamiento y limpieza de estos felinos. Ambas proteínas se pueden encontrar junto al pelo, por todo el hogar.
Cuando el gato no tiene pelo, quizás la concentración en la casa de estas proteínas sea menor, pero en las zonas donde este el gato y el contacto con el mismo dará la misma alergia.
Ahora bien, hay una solución para los alérgicos que es más eficaz con esta raza de gatos. Existe una loción que elimina los alérgenos de la superficie del animal que se llama Vetriderm y que es fácil de encontrar, en farmacias, tiendas online de animales, tiendas de animales tradicionales. Su uso es muy sencillo, y parece que es bastante eficaz.