Lo sabemos, puede ser desesperante. Llegas a casa de trabajar, o de dar un paseo, y te encuentras con que tu gato, una vez más, ha orinado donde no debe. Y ya no sabes si lo hace para fastidiar, porque no se encuentra bien, o si es cierto eso de que está «marcando» en territorio. Vamos a analizar las razones más comunes para intentar solucionarlo.
Problemas con la caja de arena
A estas alturas no hace falta que te diga que los gatos pueden ser muy especiales a la hora de hacer sus necesidades. Por eso, una de las causas más frecuentes está relacionado con el lugar en el que debería orinar.
¿Limpias la arena con la frecuencia suficiente (al menos una vez al dia)? ¿Has cambiado el tipo de arena? ¿Has cambiado el tipo de arenero (por ejemplo, de una caja cerrada a una abierta o viceversa? ¿Hay otro animal que está usando «su» caja? ¿Está el arenero en un lugar tranquilo?
Recuerda que los gatos son muy territoriales, y deberías tener al menos una caja por cada uno de los gatos que tengas. Y decimos al menos, porque lo ideal es que tengas siempre uno más. Hay algunas casas en las que varios gatos comparten una sola caja de arena y no les va mal, pero no es recomendable, ya que puede ser una fuente de conflictos.
Problemas de estrés
¿Hay nuevos miembros en la familia o visitantes muy a menudo? ¿Hay ruidos por obras o cualquier otra razón? ¿Se encuentra su caja en un sitio de paso o un lugar en el que no pueda estar tranquilo? ¿Has cambiado tus hábitos y te echa de menos?
La teoría está clara: eliminar o corregir ese factor que le genera tensión al animal será la manera de solucionar este problema, aunque a veces no es tan sencillo… Trata de buscarle un sitio tranquilo, juega con él más a menudo, ten paciencia, y no descarte acudir al veterinario si el problema no se soluciona por si solo en unos días.
Cuando están en celo o marcan el territorio
Notarás que tu gato está marcando el territorio si expulsa pequeñas cantidades de orina sobre muebles o superficies. El remedio suele pasar por esterilizar o castrar a tu gato.
Si es el caso, consulta con el veterinario la opción más adecuada, pero entretanto un difusor de hormonas y algunos remedios caseros a base de ingredientes naturales puede ser una buena idea.
Una solución a base de vinagre de manzana y agua para limpiar el suelo, las alfombras o las zonas de tapicería sobre las que suela orinar. El olor del vinagre evitará que lo sigan haciendo ya que el intenso aroma que desprende el vinagre de manzana no suele ser del agrado de los felinos. Además, no es perjudicial para su salud ni para el suelo.
También hay en el mercado limpiadores enzimáticos (y sin amoniaco) que pueden ayudarte en la tarea de limpiar y desanimar a tu gato a orinar sobre determinadas superficies.
Trucos y soluciones
Si tu gato simplemente ha cogido el hábito de orinar donde no debe, y es siempre en el mismo sitio, puedes probar a poner su caja de arena justo en ese lugar, y cuando se acostumbre de nuevo a usar su arenero, ir desplazándolo hasta el sitio más adecuado.
Otro truco si tu gato orina habitualmente en un sitio poco iluminado es colocar una fuente de luz que haga que el sitio deje de ser tan apetecible.
También puedes utilizar cintas de doble cara sobre los muebles, colocar objetos (como plantas) sobre el lugar que suele utilizar, etc.
Problemas médicos
En todo caso, si no se soluciona al introducir pequeños cambios o si ves a tu gato decaído (o con algún otro síntoma, como vómitos) lo más recomendable es que acudas al veterinario para que descarte problemas médicos, especialmente si ha tenido alguna infección urinaria con anterioridad.