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Una de las variables que debemos considerar antes de adoptar o adquirir un gato doméstico es el lugar, el espacio del que disponemos para que pueda desarrollarse. Está claro que lo primero que necesita un gato es amor, y que un gato no ocupa tanto sitio como un perro grande, pero si disponemos de un piso de 60 metros cuadrados o menos, y no hay acceso al exterior, debemos centrarnos en que el poco espacio del que dispone, sea de calidad, y para ello necesitamos una buena organización.

Casi todos los expertos están de acuerdo en que los gatos necesitan al menos dos estancias diferenciadas para poder merodear, buscar la soledad y explorar.

El gato deberá tener varios espacios propio para sus necesidades básicas: la eliminación, la caza y el descanso.

  • Por un lado, su arenero. Recuerda que si tienes más de un gato necesitarás al menos un arenero por cada uno. Tienes diferentes modelos según el espacio del que dispongas y los gustos del animal.
  • Por otro lado, un espacio para comer y beber, donde pueda disponer de agua fresca, a poder ser separado del arenero porque si no puede acabar rechazando la comida por la cercanía.
  • Y por último, una o dos camas a diferentes alturas. Una a ras de suelo es la imprescindible, pero muchos gatos disfrutan de una segunda zona de descanso a cierta altura, desde donde pueda controlar la puerta de acceso, o la calle a través de una ventana (siempre cerrada, mucho cuidado con esto).

Cada una de estas zonas debe ir pensada para la personalidad del gato que las va a utilizar. Así, un gato tímido disfrutará de un arenero cerrado y aislado, y una cama resguardada en una esquina poco accesible, detrás de una puerta o bajo la cama. Pero un gato con problemas articulares probablemente precisará que todo sea un poco más abierto y sencillo.

Además, no olvides que tu gato necesitará rascadores donde jugar, lijar sus uñas y quitarse el estrés. Puedes comprar alguno de los modelos que existen en el mercado, o fabricar un rascador a tu medida.

En todo caso, si estás pensando en tener más de un gato en poco espacio, haz una estimación responsable del espacio que precisa cada uno, recuerda que para ser felices cada uno necesitará su espacio diferenciado además del que compartan.

Por otro lado, a los pisos, que cada vez son más pequeños, tenemos que añadir la costumbre cada vez más extendida de compartir piso con personas que no son de nuestra familia directa. En este caso, lo aconsejable es contar con el beneplácito del compañero de piso para que el gato pueda pasearse por algunas de las zonas comunes, ya que no podremos hacer feliz a nuestro gato si se va a ver obligado a vivir en una sola habitación.

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