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¿Cómo dar una pastilla a tu gato?

¿Cómo dar una pastilla a tu gato?

Quien haya tenido que dar alguna vez una medicación o una pastilla a un gato, sabe lo complicado que es.

Con los perros suele ser más sencillo, en la mayoría de los casos basta dársela envuelta en un quesito o con algún tipo de recubrimiento que huela bien para que se la coma sin problemas. Pero a un gato no hay quien le engañe, son  expertos en recharzarlas o escupirlas.

Y sin embargo, a lo largo de la vida de un gato tendrá que tomar varias pastillas, por ejemplo para desparasitarle, y también para administrarle antibióticos.

En la mayoría de los casos, tratar de engañarle desmenuzando la pastilla u ocultándola en la comida no suele dar buen resultado. Por eso te recomendamos un sistema en 5 pasos, y que lo hagas sin dudar y de manera firme. Tanto tu gato como tú saldréis ganando, ya que os evitaréis una buena dosis de estrés por ambas partes.

5 Pasos infalibles para administrar una pastilla a tu gato

  1. Comienza por preparar todo lo que necesitas: una toalla grande, su recipiente con agua y la pastilla. Hazlo con naturalidad y sin anticiparle nada, porque como se huela que le vas a intentar dar una pastilla que no le gusta, te costará que se relaje poco después.
  2. Coge al gato con firmeza mientras le hablas con tranquilidad, y envuélvelo en la toalla como si fuera un bebé, con la cabeza fuera y las patitas pegadas al cuerpo. La toalla debe estar lo suficientemente ajustada para que no pueda mover sus patas, pero sin que le agobie.
  3. Siéntate (mejor en el suelo) y coge al gato sobre el brazo izquierdo como si fuera un bebé. Echa su cabeza hacia atrás y abre su boca cogiendo por la mandíbula con la mano izquierda.
  4. Con la mano derecha, introduce la pastilla hasta la garganta y cierra su boca. Permanece atento a que trague, y si no lo hace, sopla suavemente en su hocico para que lo haga.
  5. Suavemente, sin quitarle aún la toalla, dale la vuelta y ofrecele un poco de agua observando que no la vomite. Cuando esté más calmado, puedes soltarle del todo.

Para los casos mas difíciles, existe una especie de jeringas impulsoras que consiguen colocar la pastilla en la garganta sin jugarse los dedos, y unas golosinas con un agujero central especialmente diseñadas para dar pastillas a los gatos.

En todo caso, la actitud es el 50% de la operación: debe ser firme, estar seguro de lo que debe hacer, cariñoso y tranquilizador y sobre todo muy paciente.

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