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En muchos de los post de este blog relacionados con la salud de nuestras mascotas acabamos derivando al veterinario, ya que es el profesional especializado en la salud de la mascota, y quien debe valorar cada caso en concreto. Pero en ocasiones, algunas personas no tienen claro si una incidencia es lo suficientemente importante como para acudir a su clínica veterinaria de confianza, o cómo de urgente debe ser la visita, así que esperamos arrojar un poco de luz sobre los motivos más frecuentes de consulta.

Básicamente, existen tres tipos de visitas al veterinario:

  • Las de revisión, prevención y control
  • Las visitas por incidencias no urgentes
  • Las visitas por incidencias urgentes

Visitas al veterinario de revisión, prevención y control

Conviene acudir al veterinario tan pronto como recibamos en casa a nuestro perro, sea cachorro o adulto, y será este quien establezca el calendario de consultas, que incluirán algunas pruebas de rutina y la administración de vacunas.

Si tienes un cachorro, el calendario incluirá un buen número de pruebas y vacunas hasta las 20 semanas, según la raza, y después al menos una visita anual. Es posible que cuando tu perro tenga cierta edad necesite al menos dos visitas anuales que incluya revisiones dentales

Visitas al veterinario por incidencias no urgentes

Estas visitas son las que se hacen cuando hay algún detalle en su salud que sospechas que no va bien pero no requiere una actuación inmediata. Las causas más habituales de visitas no urgentes suelen ser:

  • Problemas en la dentadura, o caída de piezas dentales
  • Cambios en las rutinas de alimentación,
  • Cachorros que no ganan peso, o que son muy tiquis miquis con la comida
  • Cambios en el comportamiento, por ejemplo si se vuelve más territorial o agresivo, o si le ves decaído y tristón.
  • Pequeñas lesiones o llagas que no acaban de curar, ya que puede tener algún cuerpo extraño o puede infectarse.
  • Trastornos digestivos moderados (vómitos y/o diarreas que no persisten más de 24 horas y que no son acompañados de otros síntomas más graves). Si no remite en unas horas y sobre todo, si está acompañado de decaimiento o adormecimiento, llévale de inmediato.

Visitas al veterinario por incidencias urgentes

En algunos casos se precisa una atención veterinario inmediata, y para ello existen clínicas veterinarias que abren las 24 horas. Es importante que tengas a mano siempre un teléfono de urgencias de referencia en tu zona, si lo necesitas puedes buscarlo en el directorio de la Organización Colegial Veterinaria Española.

Las razones por las que deberías llevar a tu mascota a una vista de urgencia son las siguientes:

  • Traumatismos y mordiscos provocados por peleas con otro perro u otro animal, ya que puede ser necesario que le administren alguna vacuna, por ejemplo contra la rabia.
  • Accidentes de coche y atropellos, incluso si no se advierte ninguna señal a primera vista, ya que podría tener lesiones o hemorragias internas que no dan señales a primera vista
  • Dificultades respiratorias. Si tiene un cuerpo extraño en las vías respiratorias y no lo puede expulsar, lo mejor es que acudas cuanto antes a un centro veterinario, ya que al intentar sacarlo podrías meterlo más dentro.
  • Letargo, desorientación, adormecimiento, mareos, temblores, convulsiones… pueden ser síntomas de problemas neurológicos y precisan de una revisión urgente.
  • Envenenamiento por pesticidas o alimentos tóxicos para los perros: ante la duda, al menos llama por teléfono para seguir los pasos que te indiquen.
  • Trastornos digestivos severos, que duran más de 24 horas o que son acompañados de otros síntomas como letargo, pérdida de sentido o sangre en vómito y/o heces.
  • Dolor abdominal: se nota porque tiene el abdomen hinchado o duro y el perro se siente dolorido e incómodo. Es importante que reciba atención veterinaria cuanto antes para descartar problemas graves y en todo caso, actuar cuanto antes.
  • Problemas oculares, ya sea un cuerpo extraño o una inflamación y lagrimeos, cuanto antes se trate, más posibilidades habrá de que no tenga consecuencias.
  • Problemas urinarios: si tu perro hace pis mezclado con sangre, o tiene dificultades para orinar, puede tener una infección o una obstrucción urinaria, que precisan tratamiento urgente.
  • Problemas relacionados con el parto. Si nunca has atendido un parto, es preferible que llames al veterinario si sospechas que algo va mal.

No obstante, este no es un listado exhaustivo de todos los casos posibles, solo algunos de los más habituales. Si sospechas que algo va mal, ante la duda siempre acude al veterinario.

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