Comienza el buen tiempo y estamos deseando disfrutar del aire libre, la naturaleza, y la playa para darnos un chapuzón o simplemente un buen paseo. Los que tenemos la suerte de vivir cerca del mar, vamos a menudo con nuestras mascotas sobre todo en esta época, ya que muchas playas tienen restringido el acceso a los perros durante los meses de verano.
En realidad, la primavera y el otoño son las mejores épocas para ir a la playa con nuestros perros no solo porque hay mucha menos gente, y podemos jugar más a gusto, sino porque evitamos los periodos más calurosos, cuando la arena abrasadora puede incluso dañar las almohadillas de sus patas. Con unas pocas precauciones y siguiendo estos consejos, podréis disfrutar libremente de la playa y otros entornos naturales:
- Maleta: Si vas a estar unos días de vacaciones en la playa, trata de mantener sus costumbres lo máximo posible llevando, por ejemplo, su cuenco de comida o su muñeco o mantita, y si es posible, su pienso. No olvides sus «imprescindibles».
- Alimentación: Si vas en coche para tres o cuatro días, en realidad seguro que no es difícil llevar una bolsa con la comida que vaya a necesitar, especialmente que consume una marca que no es fácil de encontrar o tiene digestiones delicadas.
- Hidratación: Si vas a un entorno más caluroso, recuerda que necesita un extra de agua y líquidos. En la playa, coloca siempre un cuenco con agua fresquita para que beba a su antojo. Si no llevas nevera, un buen truco para mantener el agua fresca es enterrar la botella de agua cerrada en la arena húmeda, a poder ser en la orilla. Así, podrás ir echando en su cuenco de vez en cuando.
- Sol: A los perros les encanta el sol y el aire libre, pero como nos sucede a nosotros, necesita tomar unas precauciones para que el sol no le perjudique, especialmente si tiene pelaje blanco o la naricilla rosa. Una sombrilla será tu mejor aliado.
- Calor: Como hemos comentado antes, la arena muy caliente puede abrasar las almohadillas de tu perro, por lo que deberías evitar llevarle a la playa si hace mucho calor o notas la arena especialmente caliente.
- Higiene: En la playa o donde estés, no olvides llevar una bolsita para recoger sus excrementos. Al llegar a casa, es bueno dar un repaso a sus patas con agua dulce y eliminar los restos de arena y sal que hayan quedado entre sus dedos, y si se ha dado un baño completo en agua salada, estará pidiendo un baño a gritos para eliminar el salitre.
- Mar: A algunos perros les encanta nadar y jugar con las olas, pero a otros no les gusta en absoluto. Anímale a entrar, juega con él, salpícale si crees que necesita un buen remojón, pero no le fuerces a entrar en el agua si no quiere, ya que se trata de que los dos lo paséis bien, y si le asusta mucho es posible que otro día no quiera ni acercarse a la playa.
- Legislación: Como hemos comentado, hay playas que permiten perros todo el año, otras que los prohíben en temporada alta o en determinadas franjas horarias, y otras a las que no se puede acudir con perros en todo el año. Antes de planificar tus vacaciones o tu día de playa, puedes consultar alguna de las listas de las playas que admiten perros, y verificar la señaletica de la playa. Cada vez son más las playas que lo permiten, pero está bien comprobarlo antes ya que te arriesgas a sanciones que van desde los 90 € de Santander, hasta los 3.000 € de Cangas.