El estrés también puede afectar a los perros, pero ¿cómo sé si mi perro sufre de estrés? Lo primero que hay que hacer para determinar si nuestro perro está estresado es observar su comportamiento.
Existen diversos comportamientos relacionados con el estrés canino, que no son determinantes por sí solos, pero que en función de la coherencia con el contexto y de la frecuencia con la que se repiten nos pueden poner en alerta.
Algunos de los síntomas que pueden indicarnos que nuestro perro está estresado son los siguientes:
Nerviosismo
Cuando el perro se sobresalta fácilmente y está nervioso
Inquietud
El perro se relaja con dificultad o no se relaja nunca. Es incapaz de calmarse incluso en los lugares en los que suele tumbarse y presta mucha atención a todos los ruidos. Con frecuencia estos perros también tiran fuertemente de la correa, como si estuvieran siendo perseguidos.
Sobre-reacción
El perro reacciona de repente de manera agresiva o tímida a eventos en los que anteriormente se mantendrían en calma.
Señales de calma
Estas señales suelen ser mostradas cuando el perro se siente estresado, sobrecargado o inseguro. Suelen tener la función de calmar a la persona o animal que les produce esa sensación. Puede ocurrir que el perro esté tan estresado que deje de comunicarse mediante este tipo de señales.
Defecación y micción
Cuando un perro siente un gran temor o un miedo repentino, la liberación de adrenalina y la activación del sistema nervioso indican al recto la orden de defecar. Además, los cambios de equilibrio de los líquidos, aumentan la necesidad de orinar.
Monta
La monta no siempre está motivada por un deseo sexual, a veces está inducida por estrés. Esto suele ocurrir en grupos mixtos de perros y suele equivocarse con signos de dominancia. La monta, a veces no ocurre sólo entre perros, sino también con humanos u objetos y este comportamiento puede ser llevado a cabo por perros machos y hembras.
Si un cachorro muestra este comportamiento, puede ser síntoma de estrés o una manera juguetona de probar patrones de comportamiento, sin ninguna intención seria.
Hipersexualidad e hiposexualidad
En estos casos se puede observar que el perro reacciona de forma extremadamente asertiva con el sexo opuesto o que el perro muestra muy poco interés en posibles parejas sexuales.
Excesivo auto-aseo
Existen casos en los que el perro se lame tanto que acaba haciéndose heridas en las patas, en la cola y en el área genital. Estas heridas son tan dolorosas, que se generan endorfinas para aliviar el dolor y levantar el estado de ánimo. Este efecto eufórico hace que el perro soporte situaciones catastróficas más fácilmente, iniciándose un círculo vicioso difícil de romper.
Destrucción de objetos
Este comportamiento suele ocurrir sobre todo cuando el perro se queda solo en casa. Es un signo de estrés agudo.