Ya sabemos que a los cachorros les encanta jugar con cualquier cosa, pero a los adultos les tenemos que animar. Aunque algunos son más perezosos y otros más juguetones, jugar siempre es algo positivo porque nos ayuda a establecer lazos afectivos con ellos y a que pongan en práctica su instinto cazador. Además, ayuda los gatos más remolones a hacer un poco de ejercicio.
Os proponemos cinco ideas de juegos clásicos:
- Coger y tirar. El típico juego de la pelotita de los perros, pero aplicado a los gatos. No a todos les gusta, pero te sorprendería ver cuántos gatos disfrutan yendo a recoger un pequeño ratón de trapo, o algún juguete que haga ruido, para traértelo y que se lo vuelvas a tirar.
- Puntero láser. Los gatos se vuelven locos persiguiendo el pequeño punto rojo de una luz láser. Eso sí, ¡cuidado con no enfocar el puntero directamente a los ojos!
- Rodar la pelota de ping-pong. Por su tamaño y por su poco peso, la pelota de ping-pong resulta divertidísima para los gatos. Un consejo: haz algún dibujo con rotuladores permanentes.
- La mano bajo la manta. Pon tu mano bajo una manta o una toalla y empieza a mover los dedos, ¡verás cómo le gusta a tu gato intentar cazarlos! (Eso sí, cuidado con las uñas del gato)
- El escondite. ¡Les encanta! El juego consiste en esconderte y llamarle, y tu gato se asomará sigiloso para que no le veas acercarse… ¡a ver quién caza a quién!
¡Esperamos que estas ideas os animen a jugar con ellos!