A medida que nos vamos haciendo mayores, valoramos cada vez más la buena compañía. Es por eso que una mascota puede ser un gran apoyo para aquellas personas de edad avanzada.
La responsabilidad de cuidar a una mascota aporta numerosos beneficios como la sensación de ser útiles, necesarios e importantes, algo que es muy valioso para su salud mental y bienestar emocional.
Beneficios destacables:
- Estimulación de la actividad física: en el caso de tener un perro, los paseos y los juegos diarios que necesitan son una forma estupenda de mantenerse en forma y envejecer de forma positiva y saludable. En el caso de los gatos, jugar con ellos ayuda también a mantenerse activos pero de una forma más tranquila. Jugar y realizar actividad física con una mascota estimula mentalmente a las personas mayores, manteniéndolos atentos, activos y estimulando todos sus sentidos.
- Disminución de la sensación de soledad: uno de los puntos más importantes. Un animal siempre va a ser un estupendo amigo, sirviendo de compañero en los momentos de soledad de muchas personas mayores que viven solas o sufren el síndrome de nicho vacío cuando sus hijos abandonan la casa. Además, en caso de tener un perro, las salidas para pasear son una ocasión perfecta para socializar con otras personas y hacer nuevas amistades.
- Son el mejor remedio para la depresión y tristeza: está demostrado científicamente que los animales de compañía ayudan a reducir los niveles de depresión y tristeza. El hecho de ser necesario para este animal ya es un motivo para que las personas que se encuentren en esta situación tengan que levantarse todos los días y estar activos, mejorando considerablemente su vida.
- Cuidan y velan por la seguridad de su dueño: las mascotas siempre van a estar pendientes de sus dueños y ante cualquier situación pueden ser muy útiles. Si se trata de una persona con movilidad reducida o que necesite ayuda en su día a día, un perro entrenado puede ser una gran opción. Al mismo tiempo, cuidan y mejoran la calidad de vida de sus dueños. Tocar, acariciar o abrazar a una mascota aporta tranquilidad, reduce el estrés, la ansiedad, la tensión, proporciona alegría, diversión, compañía y muchos más beneficios.
Si se trata de una persona de edad avanzada con movilidad reducida o una persona mayor con discapacidad, los gatos pueden resultar mejor compañeros ya que soy más independientes y requieren menos obligaciones que los perros. Por otro lado, los perros implican más ejercicio físico y compromiso al necesitar salir a pasear mínimo una vez al día. Es por eso que es muy importante pensar en la situación de la persona mayor para escoger la mejor opción.
Por ejemplo, si se trata de una persona de avanzada edad a la que no le gusta salir mucho de casa, tener un cachorro muy activo que necesite muchas horas de ejercicio y mucha más atención puede resultar un problema. En este caso, la mejor opción es adoptar a un animal senior ya que normalmente suelen ser más tranquilos, ya tienen la personalidad desarrollada y por supuesto, merecen una oportunidad para vivir el resto de su vida en un hogar en el que se sientan queridos.
En cualquier caso, cada uno es libre de elegir el animal que considere siempre y cuando tenga en cuenta sus necesidades y rutina, sabiendo la responsabilidad y trabajo que implica, buscando un animal que encaje su estilo de vida.
Desde Lenda, animamos a todos aquellos que quieran tener un nuevo compañero de vida, que busquen en los refugios y centros de adopción porque es donde mejor encontrarán un animal que merezca una segunda oportunidad para dar amor y acompañar.