
Existen multitud de dietas específicas para alergias en perros. Sea cual fuere el ingrediente al que tu peludo es sensible, casi seguro encontrarás algo que se le adapte, ante la gran variedad disponible. En cambio, si es tu gato el que presenta un problema de este tipo, es posible que te resulte algo más difícil encontrar la dieta idónea.
Es posible que esto sea debido a que falta demanda pues, aunque los gatos también sufren problemas de intolerancias y alergias, muchas veces estos no se llegan a diagnosticar ya que las visitas al veterinario suelen ser menos habituales, muchas veces por la dificultad en el manejo, y por lo general acaban pasando por un trastorno digestivo (si tiene vómito y diarrea) muchas veces asumido como crónico, o conviviendo con el picor y rascado excesivo sin que se ponga ninguna solución.
Pero, como decíamos, no es infrecuente que tu gato esté reaccionando a un ingrediente de su comida habitual.
Llegados a este punto es importante recordar la diferencia entre alergia e intolerancia.
Las intolerancias son únicamente de componente digestivo. El animal intolerante no es capaz de digerir ese alimento, dando lugar, exclusivamente, a sintomatología digestiva, principalmente vómito y diarrea.
En cambio, en las alergias influye el sistema inmune, reconociendo un alimento como dañino y reaccionando en consecuencia de manera exagerada, dando lugar a una reacción sistémica frente al alérgeno. Si bien puede presentar síntomas digestivos comunes a la alergia, suelen aparecer problemas en la piel, siendo frecuente la aparición de otitis o incluso conjuntivitis. De hecho en el paciente felino, a diferencia el perro, es habitual que aparezcan los síntomas cutáneos sin sintomatología digestiva. Inicialmente aparecerá picor en la piel. Esto dará lugar a rascado que provocará inicialmente un enrojecimiento que, si no se elimina la causa que lo está provocando, dará paso a lesiones y heridas de menor o mayor gravedad según la intensidad del picor y el consecuente rascado. Generalmente afecta a cuello y rostro, y puede llegar a formar costras y úlceras.
Ante esta sintomatología lo más rápido, y muchas veces eficaz, es probar una dieta adaptada, esto es una dieta de eliminación o hipoalergénica que se basa en dos puntos fundamentales:
- Eliminar aquellos ingredientes más alergénicos. Es decir, que con más frecuencia causan reacción alérgica, como pueden ser algunas proteínas, cereales o lácteos.
- Presentar los ingredientes de tal forma que se aumente su digestibilidad. Así la proteína que suele ser uno de los puntos más problemáticos, se presentaría hidrolizada, esto es, dividida en pequeños fragmentos de menor peso molecular, lo que hace que no sea reconocida como dañina por el sistema inmune pudiendo así digerirla, absorberla y aprovecharla sin causar reacción.
Con este fin, nuestra receta Lenda Sensitive&Sterilized para gato que cubrirá estas necesidades.
Es fundamental mantener una buena cantidad de proteína de calidad, pues no debemos olvidar que, a diferencia del perro, el gato es carnívoro estricto. Por ello cuenta con un 37% de proteína de pescado blanco, toda ella hidrolizada. Se evitan los cereales, cambiándolos por otros ingredientes más digestibles como pueden ser, la fécula de patata, los guisantes, las lentejas o el boniato. Importante la adicción de krill, fuente entre otras cosas de ácidos grasos Omega 3 DHA que, además de beneficiar al sistema inmune, tiene capacidad antiinflamatoria. La presentación de la proteína y la extrema digestibilidad de los ingredientes lo hace óptimo para cualquier animal con problemática gastrointestinal. Siendo además por su contenido en grasas, ideal para animales con tendencia al sobrepeso, problema habitual en gatos domésticos tanto por estar esterilizados como por el habitual sedentarismo. Se incorporan también ingredientes para el prevenir el daño articular (condroprotectores y antiinflamatorio natural), frecuente en pacientes con sobrepeso.