El running está de moda ya que se trata de un ejercicio sencillo, sano, económico y que se adapta al estado físico de cada uno. Además, es un tipo de deporte que podemos realizar acompañados por nuestro perro, y correr en compañía nos puede ayudar a hacerlo más ameno, a explorar nuestros límites.
Antes de coger a tu mejor amigo y salir a correr, te recomendamos que tengas en cuenta los siguientes consejos:
- Asegúrate de elegir un lugar o un recorrido por el que tu perro y tú podáis correr sin miedo a multas. En algunas playas y parques están prohibidos los perros, e incluso en los que están permitidos, no pueden ir sueltos, así que dependiendo del lugar al que vayáis, deberías plantearte la posibilidad de salir a correr con una correa.
- Si tu perro y tú sois muy sedentarios, o tenéis una edad avanzada, no estaría de más hacer un chequeo antes de empezar, y un plan para empezar poco a poco, alternando minutos andando con minutos de carrera.
- Adaptad vuestros ritmos. Si tu perro es de edad avanzada, muy joven o tiene sobrepeso, quizá debería tomarse un respiro de vez en cuando. La mayoría de los perros son buenos sprinters, pero no siempre buenos corredores de fondo.
- ¡No olvidéis hidrataros! Tanto tu perro como tú necesitáis agua fresca, así que acuérdate de llevar suficiente para los dos.
- Vigila las almohadillas de tu perro antes y después de salir a correr, y echa un vistazo al terreno. Si ves que hay hielo, cristales, o materiales peligrosos busca otro lugar más adecuado.
- Además de correr, tu perro aprovechará para hacer sus necesidades, así que deberías llevar también alguna bolsita para recoger los excrementos.
No queremos terminar este post sin animarte a que salgáis a correr juntos a diario. Además de los beneficios físicos que os aportará a los dos, encontraréis una actividad en la que disfrutar juntos y estrechar lazos, y si tu perro tiende a hacer trastadas, también comprobarás que se está más tranquilo y se porta mejor.