Cuando un gato se lame para acicalarse, el pelo muerto es ingerido accidentalmente, y si tiene el pelo largo, puede tragar grandes cantidades de pelo que se quedan en el aparato digestivo formando bolas (o tricobezoares). A esas bolas que inicialmente son solo de pelo, se acaba agregando moco, y restos de comida, y cada vez se compactan más y van adquiriendo mayor tamaño.
Habitualmente, cuando estas bolas de pelo empiezan a molestar al animal al hacer la digestión, las vomitan o eliminan con las heces. Pero si no son eliminadas de forma periódica pueden aumentar de tamaño y convertirse en una obstrucción intestinal que en el peor de los casos puede llevar a la muerte.
Para evitar males mayores, lo mejor es la prevención. Aunque el veterinario es quien mejor te puede aconsejar, te damos cinco consejos prácticos para que te sirvan de guía:
- Cepíllalo frecuentemente para retirar los pelos sobrantes, especialmente en épocas de muda. Si lo haces a diario, evitarás nudos y enredos y tu gato se dejará hacer encantado.
- Si tiene mucha tendencia a hacer bolas, consulta con tu veterinario sobre la posibilidad de cortarle el pelo.
- Evita el estrés. Con un ambiente agradable conseguirás que tu gato esté más relajado y no sienta la necesidad de acicalarse continuamente.
- Dale una comida completa, con una fuente de fibra que le ayude a deshacerse de las bolas de pelo que lleguen al tracto intestinal, y si tiene tendencia a acumular bolas de pelo, algunos veterinarios recomiendan mezclar una cucharadita de aceite de oliva o laxante con su comida una vez por semana.
- Ante la más ligera sospecha de obstrucción intestinal, visita al veterinario. El le pondrá el tratamiento adecuado y también podrá aconsejarte algún producto específico como la malta que ayude a deshacer las bolas compactadas.
Aunque este problema es más habitual en gatos de pelo largo, también se da en los de pelo corto. ¡Solo se libran los gatos sin pelo!