Recientemente hemos recibido algunas consultas de clientes interesados
En primer lugar, ¿qué son las hormonas de crecimiento y por qué preocupan tanto? Las hormonas de crecimiento se administran al ganado en forma de medicamentos para acelerar su madurez física y poder obtener más cantidad de carne magra a un menor coste. El problema es que estas hormonas no llegan a desaparecer del todo, quedan restos hormonales (de esteroides, o estrógenos, por ejemplo) en la carne o en sus derivados (por ejemplo, en la leche de vaca) que acaban afectando a la persona o al animal que consume esos productos. Cuando una persona o un animal recibe suplementos hormonales sin control, puede tener efectos negativos para su salud, como trastornos metabólicos o tumores de diferentes tipos.
Como ocurre con otros aditivos artificiales, las autoridades sanitarias están preocupadas por la seguridad de estos productos químicos, en la Union Europea son especialmente sensibles a este tema. Los principales problemas han surgido a partir de la industria de carne de Estados Unidos, donde el uso de hormonas de crecimiento no es ilegal y sigue siendo muy fuerte.
Afortunadamente, en el Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda y en toda la UE (y por tanto, en España), las hormonas promotoras del crecimiento son ilegales en todas las especies de animales de granja. El Departamento de Asuntos de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (DEFRA) realiza pruebas regulares de alimentación, suero y orina con el fin de garantizar que se cumple la ley.
La materia prima que utilizamos en Lenda proviene, siempre que nos es posible, de Reino Unido. Pero además, como sucede en España, la carne importada al Reino Unido para el consumo humano desde el extranjero está sujeto a estrictas restricciones comerciales. Todos los ingredientes cárnicos utilizados en las recetas de Lenda son aptos para el consumo humano y por tanto, podemos afirmar que el 100% de nuestros ingredientes están libres de hormonas de crecimiento.