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Una vez que sabes cómo prevenir un golpe de calor, es posible que, aún así, te puedas encontrar algún día en esta situación. 

Es por eso que resulta esencial conocer cuáles son las señales que tienen que alarmarte y cómo debes actuar para poder salvar la vida de tu peludo

Cómo detectar un golpe de calor

En caso de que tengamos sospechas, es esencial conocer los síntomas para poder actuar lo antes posible.

Estos suelen ser:

  • Jadeo excesivo
  • Lengua pegajosa
  • Corazón acelerado (taquicardia)
  • Tambaleos, pérdida de conciencia
  • Piel seca y caliente
  • Falta de respuesta a las órdenes. 
  • Debilidad y apatía. 
  • En casos más graves: vómitos o diarrea con sangre, temblores, convulsiones e incluso la muerte. 

Ten en cuenta que en un golpe de calor la temperatura corporal de un perro supera los 40.5ºC mientras que su temperatura interna habitual suele ser de entre 37’5 a 39 grados. Si sabes medir su temperatura con un termómetro, esta referencia puede servirte para controlarlo e incluso salir de dudas y acudir al veterinario.

Cómo actuar en un golpe de calor

Lo esencial es, como dijimos anteriormente, acudir cuanto antes al veterinario pero ¡cuidado!

Es importante intentar rebajar un poco su temperatura para poder llevarlo al veterinario. Si nuestro perro está sufriendo un golpe de calor y lo primero que hacemos es meterlo en el coche, que ha estado todo el día al sol, lo único que haremos será empeorar la situación. Por eso es esencial intentar ayudar a nuestro perro mientras esperamos a poder llevarlo de forma segura. Eso si, tan pronto sea seguro llevarlo, ¡no esperes ni un minuto más!

Mientras tanto, si puedes, lo primero es trasladarlo a una zona fresca, aireada y a la sombra. Si lo refrescas con agua siempre debe ser con agua fresca pero nunca helada ni con hielo ya que el choque de temperaturas puede ser mortal. Refresca zonas de su cuerpo como patas, barriga y cuello. Puedes masajear sus extremidades para favorecer la circulación de la sangre. 

Es bueno humedecer su boca, pero nunca forzarle a beber. Debe hidratarse solo si lo desea, pero nunca en abundancia. Solo debes darle agua para beber si es capaz de sentarse o ponerse de pie para beberla y nunca le des agua si se encuentra tumbado o inconsciente ya que esto podrías obstruir sus vías respiratorias pudiendo hasta provocarle neumonías por aspiración.

Si tu peludo ha sufrido un golpe de calor y, realizando estos pasos, notas que ha mejorado y se siente mucho mejor, ¡debes acudir igualmente al veterinario! Es importante que lo examinen y se aseguren de que todo está bajo control y no corre peligro. 

En definitiva, debes tener siempre presente las formas de ayudar a que tu peludo esté fresco durante los meses más calurosos del año para evitar disgustos. Ante todo ¡mucha precaución!

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